¿Está tu matrimonio todavía preparado para la pasión?
¿Preparado para resistir las crisis y los embates ¿Cómo te sientes en relación con tu pareja? ¿Distante o cercano/a? Imagínate que tu pareja hace agua. Ya no queda ni ilusión, ni cariño. Os ignoráis, vais cada uno por vuestro lado, criticáis lo que hace el otro, discutís y menospreciáis lo que el otro dice, En un intento de salvar los muebles, preparas un fin de semana sorpresa, una cena romántica, o un regalo inesperado. ¿Qué crees que puede pasar? En el mejor de los casos, que caiga en un saco roto. Y en el peor, que dé pie a otra disputa, otro desengaño y otro desencuentro más para añadir a la lista de agravios. Y es que, para que la pasión pueda tener espacio, necesita una sólida base asentada sobre multitud de pequeños actos cotidianos y banales compartidos. Si llevas un cierto tiempo viviendo en pareja o casado/a, probablemente ya te hayas dado cuenta que la vida en pareja no son fuegos de artificio ni “te quiero” a profusión, sino una larga conversación inacabada, formada de muchos momentos de complicidad y otros tantos de repetición y monotonía en el que cada uno encuentra la presencia del otro. ¿Qué tal te va en el día a día? Prueba a contestar las siguientes preguntas[i]. Suma los verdaderos y, si el resultado es igual o superior a diez, ¡enhorabuena! Estáis ahorrando para el futuro, alimentando una cuenta bancaria emocional que os servirá de colchón frente a las crisis y mantendrá viva la llama de la pasión. Si no llegas al diez, mira a ver si escuchando y respondiendo a tu pareja, y echándole una mano cuando lo necesita en los momentos triviales, consigues una relación más estable y que pueda dar pie a momentos románticos.
Si quieres cuidar de tu pareja y cultivar la pasión, empieza a regar tu día a día. [i] Tomado de Siete reglas de oro para vivir en pareja de Gottman y Silver. Haz clic aquí para editar.
0 Comentarios
|